De Starý Svetlov a las rocas de Maleniska y Mlčačka

Desde el gran peñasco debajo de Starý Světlov, subí por una empinada ladera del bosque hasta una enorme zanja y llegué a la entrada de las ruinas.
 
Mi ojito la vio por primera vez en los años setenta del siglo pasado. Todavía era un niño que tenía que ir a la escuela, pero a la edad de quince años comprensiblemente ya no era un "niño". La visita al castillo fue motivada por dos circunstancias. La primera fue que...