Desde las orillas del Dřevnice a través de Prštné y el estanque hasta Zlín

    Por la mañana, me calzo las botas de montaña, meto la funda de la cámara en la mochila y salgo... al trabajo. A lo largo del día, las nubes de inversión se disolvieron como un terrón de azúcar en una taza de café y, al final de la jornada laboral, todo estaba mucho mejor de lo que me había atrevido a esperar. Hoy, el sol tuvo mucho cuidado de dorar las hojas de los árboles por última vez antes de su caída definitiva - bueno, por qué...